El acceso a la alcazaba, el que desde calle boliche asciende, guarda rincones, retazos y reliquias que deben mantenerse. No debe ser todo cubierto de pintura, incluso quizás no la necesitara, para el adecentamiento y si una limpieza previa y picado. pintura, lo último. Lo que se haga debe ser muy pensado, no debe dejarse al arbitrio de “no se sabe quien”.
Esa puerta de madera que resquebrajada aún deja huella de su belleza de su fuerza aunque pequeña… sus clavos perduran, su madera aguanta y habla, ladrillos alrededor que la mantienen, piedras que la soportan. No eliminar vestigios por muy simples que sean.
Una puerta de madera , clavos que aguantan bajo la torre y en la escalinata.
Que la dejen, que la limpien y nutran con el barníz o la linaza. que la dejen como está, pero conservada y también sus rústicos dinteles.
Hay elementos que si debieran desaparecer; lambradas más propias de gallinero que de un entorno de Monumentos…. de BIC.
Hay suciedad en el entorno que debilita hasta el corazón más indolente. Limpieza llama a limpieza, la de todo el ENTORNO MONUMENTAL.
Podemos rodear la Mayor y mirarla desde arriba , desde su alcazaba, y quedarnos perplejos y un tanto avergonzados, si acompañamos a un ínclito visitante, que escandalizado por la BELLEZA de la Mayor se encoge ante la miseria que la rodea.
¡Limpiar! aunque duela tener que volver a hacerlo, porque “cafres” sin mejor ventura inciden. Limpiar y volver a hacerlo, vigilar en todo caso y hacer agradable el paseo para los que disfrutan sin el maltrato;
Algún día se conseguirá.
No olvidemos y aunque nos duela, que hasta ahora este entorno MONUMENTAL, ha sido estercolero de botellón, apagado y dejado …..corregir esto costará, es lo que tiene el no mantener. Hay que hacerlo, limpiar, obrar y lo último pintar.
Dos Monumentos, no olvidemos, La Mayor y La Alcazaba, desde la que podemos ver “más de lo que quisieramos”, cuando la Colegiata la rodeamos…..
