El solsticio de verano llega con la Noche de San Juan, y con él, la energía de la magia. El misticismo que me lleva hasta las estrellas, me hace hilar, bajo luz de Luna Nacarada que deja la noche desnuda, iluminada. Es el momento, mágico, en el que sin despegar los pies de la tierra uno se deja llevar por la inclinación que nuestro planeta tierra, hace hacia la estrella más brillante, que en este día, el más largo del año, deja en la noche, a la luna sola, para bañar la piel en un brillo que enaltece. De qué piel estoy hecha que tantos me preguntan, quién eres tú, qué pretendes, no entiendo porqué haces, y qué te crees, además si nadie te conoce. Tediosa retahíla que se hace crónica en algunos ambientes malolientes. ¿Quién habita en mí, para provocar esas miradas oscuras, perversas, malignas que quisieran taparme, negarme, ocultarme? ¡Cuidado! Advierto... Tras la noche de San Juan he prometido dejar que los sueños me ganen la partida y se conviertan en realidad. Le pese a quien le pese. Hoy, 24 de junio, día de San Juan, he conectado mi yo más profundo con mis, más elevados, sueños. Lo he hecho mientras alguien: Creído por creerse, sintiéndose autoritario para pisotear mi alma, algo imposible de hacer - cuando, no más, me lleva el vuelo- ha dejado demostrado, que se rodea y se deja llevar de perversos y mediocres que lo roen y lo pudren. Me ha lanzado sus lúgubres sentires, sobre mí, sin conocerme. Me ha desconcertado tanto como decepcionado. Se me ha clavado en el alma como una saeta, pero claro, mi alma, acostumbrada: Se agazapa, vuela y resurge y se hace más fuerte con estos avatares. Aún así a punto de brotar el dolor, ella, mi alma, ha sufrido la decepción más profunda, y de ahí la tristeza. Se han arrancado unos pétalos que engrandecían desde su sencillez. Duele perder cuando el trabajo es para que todos ganen. Me arrepiento de haber sacado toda mi artillería. Me desconcertaba tanto su prepotencia desde una autoridad mal entendida, que me he sacudido tras el empujón al vacío, y me he recompuesto una vez más. Ha quedado en que quiere seguir conociéndome, la persona en cuestión, porque me ha reconocido haberse sorprendido. Le he cogido el testigo, sin acritud. Por encima de todo, Mimejorbaza (que es la de todos los bastetanos que la siguen, por ahora 3256) es la que me hace no perder la energía aunque a muchos los crispe. Amado Planeta Tierra, se me ocurre, de cara al verano, entre azules y claros, buscando verdes que van desapareciendo. Quiero seguir en mi lucha incomprendida para quienes no deberían cuestionar y sí aprovechar. “En círculos concéntricos” así me dije a mi misma hace ya unos 7 años. Voy a seguir apostando por lo más cercano, en este tiempo de cambio que sopla a favor, aunque hoy sin impunidad se ha llevado unos “pétalos de fragancia cervantina” dejando derrotadas hazañas luminosas. Nos encontramos en el sexto mes del año. Del anterior solsticio, el de invierno, venimos. De la noche más larga más aciaga hacia la luz, que ha ido creciendo hasta iniciar un verano que promete. Una vez que el poder cambia, que la honestidad entra en la casa de todos, que el trabajo se pone de manifiesto, habrá que dar un paso más en el esfuerzo, seguir en la línea ofreciendo y regalando lo que al final tal vez se desestime y entonces cuando el ánimo se desmoralice, las lágrimas podrán caer resbalando, porque no serán de dolor, sino de tristeza, por no haber permitido dejar en la tierra, lo que de puntillas, se baja de las estrellas. Entonces solo queda llorar por los que no vieron, por los que dudaron, por los que pasaron por encima de los que solo querían aportar.